De Mitos, leyendas... III "Cuentos de Hadas"


Universidad de Morón. Facultad de Medicina
De mitos, leyendas y cuentos de Hadas: Nivel Simbólico- Un acceso al imaginario. Cuentos de Hadas.


Universidad de Morón

FACULTAD DE MEDICINA



CARRERA: Licenciatura en Instrumentación
                       Quirúrgica


CÁTEDRA: Comunicación y Dinámica de Grupos-816

"De mitos, leyendas y cuento de hadas: Nivel simbólico - Un acceso al imaginario -"

III
 “Cuentos de Hadas: Abordaje psicoanalítico. Simbolismos”

Durante su desarrollo, el niño  debe aprender a comprenderse mejor a si mismo, entender a los otros y vincularse satisfactoriamente.
Como educador  y terapeuta de niños gravemente perturbados, Bruno Bettelheim se dedicó a  la tarea de ayudarlos, a restablecer el sentido de sus vidas utilizando sus recursos internos para que las propias emociones, la imaginación y el intelecto se apoyaran  y enriquecieran  mutuamente.
Dicho autor en “Psicoanálisis de los cuentos de hadas”  considera que la literatura es la herramienta que mejor transmite el legado de la herencia cultural y que en toda la literatura infantil los cuentos populares de hadas enriquecen y satisfacen  tanto al niño como al adulto.
Asevera que, tanto   su sentido evidente como  oculto,  manifiestan los problemas internos de los seres humanos y las soluciones correctas a sus dificultades. También considera que, aplicando el modelo psicoanalítico de la personalidad humana, podemos develar  importantes mensajes que los cuentos aportan al consciente, preconsciente e inconsciente pues estas historias hablan al pequeño yo en formación y estimulan su desarrollo al mismo tiempo que liberan al preconsciente y al inconsciente de sus pulsiones.
 De tal modo, los cuentos de hadas permiten al niño estructurar sus propios ensueños y canalizar mejor su vida. Si se reprime el inconsciente y se niega la entrada de su contenido al  nivel de conciencia, la mente consciente de la persona queda parcialmente oprimida o se siente obligada a mantener un control tan rígido y compulsivo sobre sus elementos inconscientes que su personalidad puede resultar seriamente dañada.
 Los padres,  generalmente, creen que el niño debe ser apartado de las ansiedades que lo preocupan y  están convencidos que los niños deberían conocer únicamente el lado bueno de las cosas pero la vida real no siempre es agradable y no podemos nutrir la mente infantil solo con imágenes placenteras. El psicoanálisis se propone que el hombre sea capaz de aceptar la naturaleza problemática de la vida sin ser vencido por ella o sin evasiones. Freud afirmó que el hombre solo logrará  encontrar sentido a su existencia luchando valientemente contra lo que parecen  abrumadoras fuerzas superiores.
Ese es el mensaje que los cuentos de hadas transmiten a los niños de diversas maneras: que es  inevitable luchar contra las serias dificultades de la vida  y que si nos enfrentamos a los conflictos inesperados y a menudo injustos podremos dominar victoriosos todos los obstáculos.
Hay historias que no mencionan ni la muerte, ni el envejecimiento, ni el deseo de la vida eterna mientras que los cuentos de hadas suelen plantear de modo breve todos  los problemas existenciales.
 En el cuento de hadas los personajes están muy bien definidos, el mal y el bien están siempre presentes del mismo modo que en la vida real. Por otra parte, el malo (gigante, dragón, bruja) a menudo usurpa temporalmente el poder al héroe como lo hacen las perversas hermanas de Cenicienta. Sin embargo, el malvado es castigado al terminar el cuento, el malo siempre pierde, vence la virtud.
El  héroe es mucho más atractivo para el niño  y gusta identificarse con él en todas las batallas,  por lo tanto, el niño imagina que sufre junto al héroe o la heroína y triunfa. Las luchas internas y externas del héroe imprimen en el niño la huella de la moralidad. Los personajes de los cuentos de hadas no son ambivalentes: buenos y malos al mismo tiempo como somos todos en la realidad. La polarización ayuda al niño a comprender más fácilmente la diferencia entre ambos. Cuanto mas simple y honrado es un personaje, mas fácil le resulta al niño identificarse con él y rechazar al malo.
 El pequeño es incapaz de expresar en palabras su tristeza, su aislamiento, su soledad, su miedo a la oscuridad o a algún animal. Los padres habitualmente restan  importancias a estos temores y tratan de callarlos mientras que los cuentos de hadas se toman muy en serio estos problemas y hacen hincapié en ellos directamente: la necesidad de  ser amados, el sentirse feos, el amor a la vida, el miedo a la muerte. Además dichas historias ofrecen soluciones al alcance del nivel de comprensión del niño.
 Hoy en día, los niños no crecen dentro de los límites de seguridad que ofrece una comunidad o una familia perfectamente integrada por eso es importante proporcionar al niño actual imágenes de héroes que avanzan solos durante algún tiempo. El destino de estos héroes convence al niño que, como ellos, puede estar perdido, abandonado y en  la oscuridad pero que su vida, en el momento oportuno, será guiada y recibirá ayuda.
 El cuento de hadas  provoca  el mismo impacto psicológico en el niño  que una obra de arte y como en todas las obras artísticas el significado mas profundo de este tipo de cuentos será distinto para cada persona e incluso para la misma persona en diferentes momentos de su vida.
Por ejemplo” Hansel y Gretel” ponen en evidencia el empeño del niño por seguir junto a sus padres aunque haya llegado la hora de comenzar a despegar al igual que la necesitad de superar una oralidad primitiva simbolizada por el apasionamiento de los niños por los dulces. Así, este cuento tiene mucho que ofrecer al niño pequeño que está a punto de dar sus primeros pasos por el mundo. Canaliza sus angustias y le inspira seguridad porque al final vencen los niños y la bruja es totalmente derrotada. Esta historia alcanza mayor atractivo para el niño a la edad de 4 o 5 años sin  embargo, la angustia de separación, el miedo a morir de hambre, la voracidad oral son temores que se dan en todas las edades en el inconsciente por lo que dicho cuento tiene también sentido para niños mayores.
 Del mismo modo que ignoramos a qué edad será apropiado un determinado cuento tampoco podemos saber de todos los cuentos existentes cuál debemos contar, en qué momento, ni por qué. Ese es un sentimiento que solo el niño puede revelarnos. Incluso si uno de los padres adivina por qué su hijo se siente emocionalmente implicado en un determinado cuento es mejor que lo guarde para si. Las experiencias y reacciones más importantes de un niño pequeño son generalmente inconscientes y así deberán permanecer hasta que el niño alcance mayor edad, madurez y comprensión. Es siempre desagradable interpretar los pensamientos inconscientes de una persona y hacer consciente lo que ésta desea mantener en el preconsciente, especialmente cuando se trata de un niño. Es tan importante para el bienestar del niño sentir que sus padres comparten sus emociones disfrutando con él el mismo cuento, como la sensación que tiene de que sus padres ignoran sus pensamientos internos hasta el momento en que el niño decide revelarlos. Además el niño sentiría la superioridad ilimitada de sus padres y por los tanto pueden resultarles abrumadores y destructivos pues los verá capaces de leer sus pensamientos secretos y conocer sus más ocultos sentimientos. Si explicamos a un niño anticipadamente, por qué un cuento de hadas puede llegar a ser tan fascinante  para él destruiremos  la magia y la significatividad de la historia.
Estos relatos insinúan que existe una vida prometedora al alcance de cada uno a pesar de las adversidades pero que  si uno evita luchar nunca conseguirá nada y que si se atreve a iniciar  el camino las fuerzas benévolas acudirán en su ayuda y vencerá.
 Las historias advierten también que, aquellos que son demasiado temerosos para arriesgarse a  aceptar  el llamado a la aventura deberán permanecer en una existencia vacía y aburrida.
 En los cuentos de hadas los procesos internos se externalizan y se hacen comprensibles al ser representados por los  personajes de una historia y sus hazañas con un estilo sencillo.
Lejos de exigir nada, el cuento de hadas proporciona seguridad, esperanzas, respecto del futuro y un final feliz.
 Las fábulas, en cambio, son moralistas, exigentes y  amenazantes.
Los mitos y los cuentos de hadas tienen muchas cosas en común, pero en los mitos mucho más que en los cuentos, el héroe cultural se presenta al oyente  como una figura que éste debería emular en su propia vida.
Tanto los mitos como los cuentos de hadas dan expresión simbólica a ritos: muere un yo viejo e inadecuado y renace otro nuevo.
En el  del sueño la realización de los deseos está siempre disfrazada mientras que en los cuentos los deseos se expresan abiertamente. Los sueños son el resultado de pulsiones internas  que no han encontrado alivio, de problemas que acosan a la persona y para los cuales la persona no encuentra solución.
Respecto de los cuentos de hadas y los sueños, en el cuento de hadas  sucede todo lo contrario: proyecta el alivio de todas las pulsiones, ofrece el modo de solucionarlas y promete un final feliz.
Además el cuento de hadas es el resultado del contenido consciente e inconsciente de una creación colectiva sobre problemas humanos universales con soluciones deseables consensuadas por muchas personas. Por eso se cuenta una y otra vez de generación en generación.
Es cierto que tanto los mitos como los cuentos de hadas nos hablan en el lenguaje de los símbolos para representar el contenido inconsciente pero mientras el cuento de hadas es optimista con un final feliz el mito es trágico con un final lleno de desdichas. 
Los mitos son grandilocuentes, únicos, inspiran temor y no podrían haberle ocurrido a nadie más que al héroe mientras  que en los cuentos de hadas aún los hechos más extravagantes se presentan siempre de modo casual y cotidiano.
 Los héroes míticos logran la vida eterna en  otro plano mientras en el cuento de hadas vive feliz para siempre en la tierra.

Cuentos de Hadas: Imágenes Arquetípicas

Los niños asimilan tan eficazmente los símbolos y arquetipos de los cuentos porque, al igual que los primitivos, los viven y entran en contacto con la energía contenida en ellos.
Para Jung en “Arquetipos e inconsciente colectivo”, el contenido esencial de todas las mitologías, de todos las religiones y los cuentos es de naturaleza arquetípica. Los arquetipos son  simultáneamente, imágenes y emociones.
Etimológicamente, Arque (de arjé-gobierno)) significa origen: fuerza que gobierna desde los orígenes.
Tipo remite a sello, cuando más nos acercamos al origen, las conductas son más rígidas y estructuradas.
Jung lo toma de San Agustín -quien abreva en Platón (Idea: Eidos: Intelecto)- pero como concepto de totalidad que engloba materia y psique. Estos arquetipos son símbolos dominantes del inconsciente colectivo. Es el instinto que se manifiesta simbólicamente en el hombre.
Jung denomina “arquetipos, imágenes arquetípicas o imágenes primarias” a ciertos motivos que se repiten en forma y con significación similar en sueños, fantasías y mitos. Dichas imágenes arquetípicas provienen de aquellas creaciones del espíritu humano transmisibles por tradición y por herencia. El símbolo es lo que vehiculiza el arquetipo y para  ello deben darse varias propiedades: tener repercusión social, efectos psicológicos y ser considerado histórico.
 “El arquetipo representa -para Jung- el elemento propio del espíritu, un espíritu que no se identifica con el entendimiento humano  sino más bien representa su espíritu rector”. El proceso a través del cual el individuo llega a la unificación de su personalidad  es denominado por Jung proceso de individuación. Esa transformación permanente es la que le permite alcanzar el equilibrio y la sabiduría.
En los cuentos el proceso de individuación  se simboliza habitualmente como un viaje iniciático, largo y fatigoso, a menudo solitario, a tierras desconocidas.
 Las pruebas son para la transformación y el cambio. .
* La ascensión a ciudades y castillos en las alturas son lugares de revelación  para alcanzar la meta.,
* A las hadas madrinas  suele representárselas en los cuentos de hadas   colaborando activamente  en la vida de los personajes: la Bella Durmiente caerá en un profundo sueño hasta que llegue el príncipe a despertarla.
Si lo deseamos podremos detenernos en arquetipos  que aparecen en cuentos clásicos:
* El héroe: Jung habla del héroe como el símbolo de la libido .El héroe aparece como representación del espíritu. El yo requiere ayuda para realizar alguna tarea que no puede realizar solo.
* El arquetipo materno: es el origen, la creación, la matriz que nos nutre pero también  la angustia, la oscuridad y la seguridad del útero. El símbolo suele ser: cueva, diosa, templo, ciudad.
* Ánima: es la personificación de una naturaleza femenina en el inconsciente del hombre. Puede aparecer idealizada como una princesa o demonizada como una bruja. Por ende, puede construir o destruir. En este último caso puede ser una madre devoradora que impide al hijo llegar a ser un hombre,  madurar y casarse. La libido del hijo quedará anclada en el imago materno
* El  animus: es la personificación de la imagen masculina en el inconsciente de la mujer.
Puede aparecer como una figura benigna o maligna: sabio, maestro, guía o como ladrón, asesino, ogro. Un buen ejemplo es Barbazul -animus negativo-
* El bosque: representa el inconsciente, un lugar oscuro y amenazante donde viven nuestros aspectos ocultos. Los terrores del bosque, según Jung, simbolizarían el temor a las revelaciones del inconsciente. Pero su significación puede ser ambivalente .También puede simbolizar el poder regenerativo, la reserva de vida, de frescura y paz.
* Los animales: son alegorías de nuestros instintos. Cuando los impulsos se desatan los animales se tornan amenazantes. Por ej. El caballo representa el instinto dinámico que lleva al héroe pero puede ser uno solo con su jinete o presa del pánico. La unión perfecta del caballo-jinete simboliza la armonía entre el instinto y el yo.
Jung en El hombre y sus símbolos afirma que “El  animal que es en el hombre la psique instintiva  puede llegar a ser peligroso cuando no es reconocido  ni  integrado en la vida del individuo. La aceptación de lo animal es lo que unifica al individuo”.
El dragón: Vive en la cueva –seno de la madre tierra- y es el obstáculo a vencer para apoderarse de lo más preciado.
* El sí mismo: Cuando sobresale un gran diamante o un metal precioso en forma circular y con poderes mágicos simboliza el principal arquetipo: el núcleo  más íntimo de la psique.
* La sombra: Jung define a la sombra como la parte inferior de la personalidad. Se constituye en una  personalidad parcial relativamente autónoma en el inconsciente. Su influencia puede ser negativa o positiva. En los sueños tiene el mismo  sexo que el que sueña. Como parte del inconsciente personal la sombra pertenece al yo pero como arquetipo pertenece al inconsciente colectivo. Como la sombra está próxima al mundo de los instintos no puede ser omitida ni suprimida, desatendida puede transformarse en peligrosa. Hacerla consciente es el principal punto del análisis. Allí se verá que la sombra no reúne sólo tendencias que aborrecemos en nosotros mismos sino que  también reúne aspiraciones normales,  cualidades bondadosas, percepciones fieles a la realidad, creatividad.
Por eso  es vital buscar ámbitos terapéuticos donde reconciliarse con la propia sombra pues, como afirma Néstor Luis Cordero “solo cuando nos atrevemos a pasar del otro lado de  las puertas la oscuridad desaparece y la verdad comienza a mostrarse". Allí  podremos encaminar el pensamiento. Allí podremos aceptar con humildad  la tesis de Parménides: que “siendo se es, que lo que existe, existe”. Pero que siempre hay tiempo para  redescubrirnos y volver a empezar.

Prof. María Cristina Avila; Bs. As. Rep. Arg.; 2011


Fuentes bibliográficas:
- Jung, Carl G.: “Arquetipos e inconsciente colectivo”; Editorial Paidós; Barcelona, España; 1974.
- Jung, Carl G.: “El hombre y sus símbolos”; Editorial Caralt; Barcelona, España; 1977.
- Bettelheim, Bruno: “Psicoanálisis de los cuentos de Hadas”; Critica S.L; Barcelona, España; 1ra Edición mayo
                                    1977- 7ma impresión Octubre; 2005.
- Pérez, Mónica: “Imágenes arquetícas y simbolismos en los cuentos de hadas”; Centro editor Argentino; Buenos
                             Aires, República Argentina; 1994.
- Cordero, Néstor Luis: “Siendo, se es. La tesis de Parménides”; Editorial Biblos; 1ra edición; Buenos Aires; 2005.

Cátedra: Comunicación y Dinámica de Grupo - 816 - Prof.: María Cristina Avila-2011





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